La industria de semiconductores en China sigue dando pasos firmes hacia su independencia tecnológica y su consolidación como un jugador relevante en el panorama global. La fundición estatal Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC) se encuentra en una fase avanzada del desarrollo de su nodo de fabricación a 5 nanómetros, y se espera que culmine este proyecto antes del cierre de 2025, según un reporte de la firma surcoreana Kiwoom Securities.
Este avance representa un hito crucial para el sector tecnológico chino, especialmente en un contexto de restricciones comerciales y dificultades para acceder a tecnologías esenciales como la litografía ultravioleta extrema (EUV). Actualmente, el mercado global está dominado por gigantes como ASML y TSMC, que poseen la tecnología EUV necesaria para la producción eficiente de chips avanzados.
A pesar del optimismo inicial, las primeras producciones de chips a 5 nanómetros de SMIC enfrentarán notables limitaciones. Los análisis técnicos anticipan una tasa de rendimiento de aproximadamente el 33%, significativamente inferior al cercano 90% alcanzado por TSMC en procesos semejantes. Además, el sobrecosto es otro desafío destacado. Las obleas producidas por SMIC con este nuevo nodo podrían ser entre un 40% y un 50% más caras que las de su competidor taiwanés. Esta diferencia de precio dificulta su viabilidad en sectores de consumo masivo, como la telefonía móvil, aunque no es un obstáculo en aplicaciones de alto valor añadido, como la Inteligencia Artificial (IA).
Huawei, a través de su filial HiSilicon, se perfila como el beneficiario principal de esta nueva generación de chips de 5 nanómetros. Se espera que estos semiconductores se destinen principalmente a procesar cargas de trabajo relacionadas con la IA. En este contexto, el desarrollo del chip Ascend 910C, uno de los más avanzados de Huawei para competir con las soluciones de NVIDIA, ya se ha producido utilizando el nodo de 7 nanómetros (N+2) de SMIC, un logro técnico notable dado el entorno restrictivo en el que opera China.
Paralelamente, el país ha comenzado a centrar sus esfuerzos en la producción nacional de maquinaria para la fabricación de obleas. Este esfuerzo incluye el desarrollo de herramientas análogas a la tecnología EUV, con la intención de consolidar su cadena de suministro interna. Aunque todavía es prematuro evaluar el impacto de estos avances, se observa claramente una estrategia de largo plazo orientada hacia la soberanía tecnológica.
En un entorno geopolítico cada vez más complejo, China ha acelerado su impulso por reducir la dependencia del exterior en áreas clave. El desarrollo del nodo de 5 nanómetros es, pese a sus limitaciones actuales, un paso significativo en este camino hacia la autosuficiencia.
SMIC continúa su camino con determinación hacia la reducción de la brecha tecnológica frente a los grandes del sector. A pesar de que el alto coste y el bajo rendimiento de sus primeras obleas a 5 nanómetros limitan su aplicación inmediata, el enfoque en el desarrollo local, el respaldo de actores estratégicos como Huawei, y la inversión en maquinaria propia podrían ser el comienzo de una nueva era para la industria china de semiconductores. La cuestión esencial es cuánto tiempo tardará China en traducir estos progresos en una competitividad global real y sostenida.