Junior Misael Castillo Betancourt, conocido como «Junior Enano», ha sido identificado como uno de los líderes del «Tren de Aragua» y trasladado a una cárcel de máxima seguridad en Santiago, Chile. Hasta su reconocimiento, Castillo había utilizado una identidad falsa en Chile, donde fue condenado por microtráfico de drogas. Las autoridades chilenas descubrieron su verdadero historial de crímenes, que incluye extorsión y financiamiento al terrorismo, tras comparar sus huellas dactilares con registros internacionales. A pesar de que Venezuela ha emitido una orden de extradición en su contra, aún no ha solicitado formalmente su traslado a Chile.
El caso resalta las dificultades de Chile para controlar el crimen organizado extranjero, especialmente cuando los delincuentes ingresan al país con identidades falsas. Este problema fue reconocido por las autoridades chilenas en medio de una reciente controversia por la liberación inexplicable de otro criminal peligroso, el sicario venezolano Alberto Carlos Mejía Hernández. Las tensiones diplomáticas entre Chile y Venezuela, exacerbadas por denuncias de fraude electoral, han debilitado aún más la cooperación policial, facilitando que delincuentes del Tren de Aragua operen en el país. A pesar de los progresos en algunas detenciones, como la de Carlos Leandro González y Hernán Landaeta, la falta de comunicación efectiva entre las naciones complica la lucha contra el crimen organizado.
Leer noticia completa en El Pais.