En la ciudad donde fue obispo, el Papa es considerado más peruano que cualquier otra cosa. Su legado y cercanía con la comunidad han dejado una huella imborrable, haciendo que los habitantes lo sientan como parte de su identidad cultural. Durante su tiempo en la diócesis, se destacó por su compromiso con las causas sociales y su cercanía con los más necesitados, acciones que incrementaron su popularidad y amor entre los fieles.
La influencia del Papa trasciende su tiempo en el cargo episcopal, siendo recordado no solo por sus decisiones eclesiásticas, sino también por su calidez humana. Esta percepción ha llevado a que en la región lo celebren casi como un símbolo nacional, resaltando sus contribuciones al fortalecimiento de la comunidad y promoviendo una cultura de paz y solidaridad. Su paso por la región ha dejado un legado que sigue siendo palpable en las vidas de muchos ciudadanos peruanos.
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