En un dramático encuentro del Mundial de Clubes en Charlotte, el Chelsea logró superar al Benfica 4-1, en un partido que se extendió por más de cuatro horas debido a una tormenta eléctrica. Los ingleses dominaban 1-0 con gol de Reece James cuando una interrupción de casi dos horas por seguridad debido a rayos cambió la dinámica. Aunque muchos espectadores abandonaron el estadio durante el parón, el regreso al campo trajo sorpresas. Ángel Di María, en su último partido en Europa, igualó el marcador al anotar un penal en tiempo añadido, tras una jugada revisada por el VAR.
La reanudación del partido llevó a una prórroga donde el Chelsea restableció su dominio. Con goles de Nkunku, Pedro Neto, y Kieran Dewsbury-Hall en la prórroga, el equipo inglés aseguró su pase a los cuartos de final, a pesar de la breve resurrección del Benfica tras el descanso forzado. El partido se vio influenciado por la expulsión de Gianluca Prestianni del Benfica, y una destacada actuación de Robert Sánchez, el portero del Chelsea. La inesperada pausa por la tormenta transformó lo que parecía ser un resultado claro, en una épica batalla futbolística.
Leer noticia completa en El Pais.