Este domingo, la sonda Chang’e 6 de China aterrizó exitosamente en la cara oculta de la Luna, marcando un hito histórico al recoger muestras de esta parte del satélite por primera vez. La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) confirmó que la maniobra de alunizaje se completó exitosamente a las 6:23 hora local en la Cuenca Aitken del Polo Sur lunar.
La misión, que despegó el pasado 3 de mayo, persigue recoger muestras de la parte menos visible de la Luna, algo sin precedentes en la historia de la exploración espacial. El proceso de aterrizaje comenzó a las 6:09 hora local, cuando la combinación de aterrizaje-ascenso encendió su motor principal de empuje variable, ajustando rápidamente su orientación y aproximándose gradualmente a la superficie lunar. Para asegurar un aterrizaje seguro, se utilizó un sistema autónomo de evitación de obstáculos visuales y una cámara de luz visible que seleccionó la zona de alunizaje basada en la claridad y la oscuridad del terreno.
El complejo dispositivo que compone la nave incluye un orbitador, un alunizador, un ascensor y un módulo de reentrada. Después del alunizaje, la sonda tiene estipulado completar la toma de muestras en un periodo de dos días, empleando dos métodos: un taladro para obtener elementos del subsuelo y un brazo robótico para recoger especímenes de la superficie lunar.
El viaje de ida y vuelta de la sonda se extenderá por unos 53 días. Esta misión representa uno más de los ambiciosos proyectos espaciales de Pekín, que ha invertido significativamente en su programa espacial. Ejemplo de ello fue el alunizaje exitoso de la Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro sin precedentes en la historia de la exploración espacial.
Hace tres años, la sonda Chang’e 5 realizó una misión similar, recogiendo 1.731 gramos de muestras del terreno lunar, que posteriormente han aportado valiosa información a los científicos. El programa Chang’e, que toma su nombre de una diosa de la mitología china que se cree reside en la Luna, comenzó en 2007 con el lanzamiento de su primera sonda. Desde entonces, China ha realizado diversas misiones lunares y actualmente está avanzando en la construcción de su propia estación espacial.
En los próximos días, la comunidad internacional observará de cerca el progreso de la Chang’e 6, esperando que las muestras recogidas puedan arrojar luz sobre nuevas incógnitas acerca de la historia y la composición de nuestro satélite natural.