El Carnaval Polaco Solidario volvió a resonar con fuerza en la capital española este fin de semana, logrando unir solidaridad y cultura en un solo compás. El evento, que se celebra desde hace más de tres décadas en Polonia, encontró una vez más su escenario festivo en Madrid, específicamente en el Centro Cultural Galileo, gracias a la colaboración incondicional de la Junta Municipal de Chamberí. Entre los asistentes, destacó la presencia del concejal del distrito, Jaime González Taboada, quien mostró su apoyo a esta causa que trasciende fronteras.
Organizado por la ONG Gran Orquesta Solidaria de Navidad (WOSP), el carnaval tiene como objetivo recaudar fondos para la compra de equipamiento médico destinado a hospitales públicos en Polonia, un esfuerzo que, año tras año, reúne a miles de personas en un gesto de solidaridad sin límites. Este evento, que también tiene punto de encuentro en otras ciudades españolas como Alicante, Granada, Segovia y Sevilla, se ha convertido en una cita ineludible para la comunidad polaca residente en España y sus amigos.
La programación musical de este año deslumbró con una variedad de actuaciones que iluminaron el escenario del Galileo. Músicos y cantantes polacos, como Gosia Kluz, Marta Porris, Ania Canta y el grupo folclórico Krakus, compartieron su arte con fervor, mientras que talentos españoles como Sunloop y Mirage, junto con la Compañía de Danza Nieves Jiménez y el Club Polaco De Baile Madrid, aportaron su energía y carisma al espectáculo. A todo ello se sumó la banda madrileña de indie rock, Zirconita, que actuó bajo la iniciativa de The Spanish Wave, fortaleciendo el lazo cultural entre España y Polonia.
El ambiente festivo no se limitó a la música. A lo largo de la jornada, los asistentes participaron en talleres infantiles que despertaron la creatividad de los más pequeños, mientras que mercadillos y subastas ofrecieron una variedad de artículos únicos. Los visitantes también disfrutaron de una oferta gastronómica típica de Polonia, una oportunidad para saborear la riqueza de su cocina tradicional.
A medida que caía la tarde, el evento fue consolidándose como un puente cultural y un símbolo de fraternidad internacional. El Carnaval Polaco Solidario no solo logró cumplir su objetivo de ayudar a conseguir equipamiento médico para los hospitales polacos, sino que también acercó una vez más la esencia de Polonia al corazón de Madrid. Una jornada que recordó a todos los presentes la importancia de la unión y la colaboración en tiempos de necesidad, dejando una estela de esperanza y generosidad en la capital española.