La reciente revelación de casos de infiltración policial en movimientos sociales de España ha generado una respuesta contundente por parte de diversas organizaciones, entre ellas la Confederación General del Trabajo (CGT). Este sindicato ha expresado su apoyo a la campaña «Acció Contra el Espionatge» y ha difundido el manifiesto emitido por dicha iniciativa, que denuncia la intromisión y el control ejercido por fuerzas del orden en organizaciones libertarias, autonomistas y sociales de ciudades como Barcelona, València y Madrid.
El manifiesto menciona cómo estas operaciones de espionaje, descubiertas a lo largo de 2023, evidencian la existencia de un sistema que, según los firmantes, se sustenta en la coacción, manipulación y desprecio hacia quienes buscan un mundo más equitativo y justo. Destacan el caso en Barcelona, donde un agente se infiltró en movimientos libertarios y sociales en Sant Andreu del Palomar, mientras que en Valencia y Madrid, actividades similares fueron descubiertas en colectivos independientes y activistas medioambientales.
La declaración resalta el uso sistemático de la violencia institucional y la violencia patriarcal como herramientas de control y sumisión, subrayando la invasión del ámbito personal de quienes participan en estas luchas. La objetualización y el control sobre individuos y colectivos que promueven el apoyo mutuo, el transfeminismo y la solidaridad son señalados como métodos para mantener estructuras de poder y patrimonio.
El manifiesto también critica el papel de ciertos medios de comunicación y redes sociales en la difusión de información morbosa y errónea, contribuyendo a la estrategia del estado para debilitar y fragmentar estos movimientos sociales. Según el documento, esta dinámica mediática se convierte en un brazo armado que facilita los objetivos de control estatal.
En respuesta a estas prácticas represivas, el manifiesto reafirma el compromiso de las organizaciones y colectivos afectados de no doblegarse ante la violencia institucional ni abandonar sus ideales. Destacan la importancia de visibilizar el impacto de estos actos de infiltración y control, así como de desarrollar mecanismos propios de protección y cuidado, reafirmando la solidaridad y el apoyo mutuo como sus principales herramientas de resistencia.
La CGT, junto a «Acció Contra el Espionatge», llama a la unidad para enfrentar estos desafíos y asegurar que hechos similares no se repitan, responsabilizando al estado como principal artífice de estas violaciones de derechos. En este sentido, han creado una caja de resistencia para apoyar a quienes se ven afectados por estas acciones coercitivas, reafirmando su determinación en la lucha colectiva contra el espionaje estatal.
Fuente: CGT