La Confederación General del Trabajo (CGT), a través de su Secretaría de Relaciones Internacionales, ha levantado la voz contra la vulneración de derechos fundamentales en Dajla, ciudad saharaui bajo el control del régimen alauita. La denuncia se centra en tres personas, dos activistas y un periodista, que habían viajado desde España con el objetivo de documentar y dar testimonio sobre la opresión que sufre la población civil saharaui en su propio territorio.
La apertura de una nueva línea aérea entre Madrid y Dajla, operada por la compañía Ryanair, ha sido señalada como un ataque directo al Sáhara Occidental, en complicidad con el Estado español. La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) ha denunciado esta operación como parte de un esfuerzo para «normalizar» la ocupación del territorio. Según CEAS-Sáhara, la deportación de los visitantes constituye una clara violación de derechos fundamentales, y por ello han presentado una queja formal ante el Ministerio de Asuntos Exteriores español.
David Blanco, secretario de Relaciones Internacionales de CGT, ha expresado su rechazo a las acciones de Marruecos y ha acusado al gobierno español de complicidad consciente en estas maniobras. Según Blanco, esta situación forma parte de una estrategia más amplia para perpetuar la opresión sobre el pueblo saharaui, al que se le niega el derecho universal a la autodeterminación.
En respuesta a estos acontecimientos, CGT ha reiterado su compromiso de solidaridad con el Sáhara Occidental y todos aquellos pueblos que sufren opresión alrededor del mundo. La organización, junto con diversos colectivos sociales tanto nacionales como internacionales, continuará defendiendo el derecho a la libertad y al desarrollo de los pueblos oprimidos.
Fuente: CGT
