En el panorama musical chileno, el académico César Albornoz Cuevas emerge como un destacado representante de los llamados «scholar-fans», quienes fusionan su pasión personal con su trabajo académico. Albornoz, historiador y docente de 56 años, ha dedicado sus estudios a la exploración de la influencia del rock en la historia social y cultural de Chile, plasmada en su reciente obra «Prehistoria del rock chileno, 1945-1967». Inspirado por íconos como Elvis Presley, los Beatles y bandas chilenas como Los Prisioneros, Albornoz sostiene que el rock no solo es un objeto de estudio musical, sino también un símbolo de transformación cultural que refleja la historia de un país. Según él, el fenómeno rockero en Chile, a menudo vinculado con el surgimiento de una generación joven con una visión diferenciada del mundo después de la Segunda Guerra Mundial, va más allá de la simple revolución sonora, manifestándose como un reflejo complejo de los cambios sociales.
A través de su análisis, Albornoz desentraña la conexión entre la cultura rockera y otros movimientos sociales en Chile, como la importancia de la Nueva Canción Chilena, fenómeno que, según él, ocupó en Chile el espacio que el rock asumió en otras regiones como Argentina. A pesar de la percepción de que Chile es menos «rocanrolero» que otros países, debido a eventos como el limitado éxito de conciertos de bandas icónicas como los Rolling Stones, Albornoz argumenta que el rock chileno ha desarrollado una identidad única e intrínseca a su contexto latinoamericano, evidenciada en la fusión de elementos andinos presente en grupos como Los Jaivas y Congreso. De esta manera, su trabajo promueve un replanteamiento de cómo se perciben los géneros musicales y sus impactos culturales, en una era donde la tecnología y el acceso global redefinen las maneras de producción y consumo musical.
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