El ex número tres de un partido político se encuentra en dificultades financieras tras manifestar que no puede afrontar los costos de sus abogados debido a que no tiene «un puto duro». En busca de apoyo, solicitó ayuda al presidente del partido, quien en vez de brindarle respaldo, decidió repudiarlo abiertamente. Esta falta de apoyo ha dejado al ex dirigente político en una situación cada vez más complicada, sin los recursos necesarios para defenderse legalmente.
Ante la negativa inicial, recurrió al seguro de responsabilidad civil del mismo partido del que formó parte, en un esfuerzo por cubrir los gastos legales, pero se encontró nuevamente con una respuesta negativa. Este rechazo representa un nuevo obstáculo en su intento de superar las dificultades financieras que enfrenta. La situación resalta la creciente tensión dentro del partido y las desavenencias entre sus miembros actuales y antiguos.
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