La negativa de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y Cepyme a la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, planteada por el Ministerio de Trabajo, marca un punto de tensión en las negociaciones tripartitas en España. Este martes, durante un Comité Ejecutivo extraordinario, la patronal rechazó unánimemente la propuesta, considerándola una intromisión en la negociación colectiva y defendiendo que es un asunto que debe gestionarse a través de convenios específicos entre las empresas y los sindicatos. Los empresarios sostienen que la legislación en este sentido debilitaría el marco de negociación colectiva mantenido durante décadas y temen las repercusiones de una modificación generalizada del tiempo de trabajo en la diversidad de sectores económicos y comunidades autónomas del país.
A pesar de las ayudas gubernamentales de hasta 6.000 euros para las pequeñas empresas más afectadas y bonificaciones para la conversión de contratos, la patronal sigue firme en su postura negativa. El Ministerio de Trabajo, encabezado por Yolanda Díaz, pretende avanzar en esta reforma incluso sin el consenso empresarial, confiando en el apoyo de los sindicatos, con quienes comparte la visión de mejorar la productividad mediante la reducción de horas de trabajo. El Gobierno ha reafirmado su intención de llevar la propuesta al Congreso, en línea con acuerdos internos previamente establecidos en su coalición, apoyándose en el respaldo de los sindicatos UGT y CCOO para seguir adelante con el proyecto legislativo.
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