Los habitantes de Madrid se enfrentarán en 2024 a una nueva tasa de basuras que se calculará con base en dos factores principales: el valor catastral de los inmuebles y la cantidad de residuos generados por cada barrio. Esta medida obedece a los esfuerzos por seguir la ley estatal que busca reducir los residuos generados y su impacto ambiental. A día de hoy, la cantidad de desechos en la capital ha experimentado una disminución notable de 40.788 toneladas desde 2019, según informes del Ayuntamiento. Durante 2023, los servicios municipales recogieron un total de 1.138.972 toneladas de residuos, siendo el distrito Centro el mayor generador de desechos debido a su intensa actividad, seguido de Fuencarral-El Pardo y Carabanchel. Mientras que Barajas, el distrito menos poblado, se sitúa como el que menos residuos produce, con tan solo 21.510 toneladas.
Por otro lado, el Parque Tecnológico de Valdemingómez juega un papel crucial en la gestión de residuos, procesando más de un millón de toneladas de desechos anualmente. La instalación ha logrado un nivel de reciclaje del 53%, generando biometano y electricidad a partir de residuos no reciclables, abasteciendo así a miles de viviendas. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid busca optimizar estas cifras con su Estrategia de prevención y gestión de residuos para el año 2030. El objetivo es alcanzar un 65% de reciclaje para 2035, reduciendo significativamente los desechos que llegan al vertedero. La implantación de una tasa específica, tal como dispone la ley 7/2022, incentivará modelos de pago por generación de residuos, fomentando prácticas sostenibles entre los madrileños y confiando en una colaboración más estrecha entre los sectores público y privado para una gestión eficaz de los residuos sólidos urbanos.
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