El distrito de Centro de Madrid se prepara para dar inicio a sus tradicionales fiestas en honor a San Cayetano, San Lorenzo y la Virgen de la Paloma. Las celebraciones comenzarán el próximo martes 5 de agosto y se extenderán durante 12 días llenos de actividades que prometen mantener viva la tradición castiza.
Carlos Segura, concejal del distrito, ha invitado tanto a vecinos como visitantes a sumarse con espíritu festivo, deseando que no falten elementos típicos como los trajes chulapos, la limonada, y los clásicos chotis en cada plaza.
Las festividades arrancarán el martes 5 de agosto a las 20:30 h con el pregón, a cargo de una representación de vecinos de la emblemática calle del Oso, reconocidos por su participación activa durante más de 45 años. Además, la jornada contará con presentaciones musicales de artistas como María Rodríguez y el cantaor flamenco Antón Cortés.
Entre el 5 y el 8 de agosto, la plaza del General Vara del Rey cobrará vida con la elección de personajes de la zarzuela «La Verbena de la Paloma», así como variadas actuaciones y actividades infantiles. Otros lugares icónicos, como la Ribera de Curtidores, la plaza de Cascorro y la calle del Oso, ofrecerán conciertos, aperitivos populares y talleres de manualidades.
Del 9 al 12 de agosto, las celebraciones se trasladan a la plaza de Arturo Barea con eventos infantiles y musicales, destacando una batalla de agua y conciertos con grupos como Fiesta Bresh e Indievision.
Finalmente, las fiestas en honor a la Virgen de la Paloma, del 14 al 17 de agosto, tendrán lugar en los jardines de las Vistillas y la plaza de la Paja. Las actividades incluirán pintacaras, espectáculos familiares, conciertos de Antonio Carmona, y concursos de mantones y chotis. También se celebrará el tercer Campeonato Internacional de Mus y otros concursos en la Cava Baja.
Los actos religiosos, pieza central de estas festividades, concluirán con una misa y una procesión en honor a la Virgen de la Paloma, prevista para el viernes 15 de agosto.
El extenso programa promete ser una oportunidad para que los madrileños celebren sus tradiciones con alegría y respeto, fortaleciendo así el espíritu comunitario que caracteriza al distrito de Centro.