El complejo de El Cabril, ubicado en la Sierra Albarrana de Córdoba, está siendo ampliado para gestionar los residuos de media y baja actividad provenientes de las centrales nucleares españolas, las cuales están programadas para cerrar progresivamente hasta 2035. Esta expansión se lleva a cabo en el contexto del plan del Gobierno para el desmantelamiento ordenado de las instalaciones nucleares, aunque persisten incertidumbres sobre posibles cambios en las políticas energéticas que podrían modificar este calendario. El Cabril ha sido históricamente el principal almacén de residuos radiactivos en España, desempeñando un papel crucial en la gestión segura de estos desechos.
La ampliación del complejo es una tarea técnica que involucra tanto consideraciones de seguridad como de impacto ambiental, pues busca asegurar la gestión eficiente y segura de los residuos durante las próximas décadas. Esta iniciativa se ajusta al marco regulatorio establecido por la Agencia de Residuos Radiactivos, que supervisa el cumplimiento de estrictos estándares internacionales. Mientras tanto, la comunidad local y diversas organizaciones medioambientales se mantienen atentas al progreso de las obras, exigiendo transparencia sobre los posibles riesgos y beneficios que supone este incremento en la capacidad de almacenamiento de El Cabril.
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