El Atlético de Madrid, bajo la dirección de Diego Simeone, celebró un importante hito al lograr su 13ª victoria consecutiva, un número que coincide con los años que el técnico argentino lleva al frente del equipo. En esta ocasión, el partido se disputó en La Rosaleda, escenario simbólico donde Simeone inició su trayectoria con el equipo rojiblanco. Con un marcador escueto y la portería imbatida, el Atlético se impuso al Marbella, a pesar de que Simeone tuvo que supervisar el encuentro desde un palco tras una expulsión en el partido anterior. Su asistente, Nelson Vivas, asumió la responsabilidad en la cancha, transmitiendo su característico fervor desde la banda.
El partido se destacó por la intensidad y el control del juego por parte del Atlético, a pesar de que la falta de contundencia evitó un marcador más holgado. Vivas subrayó en rueda de prensa la importancia de mantener la tranquilidad y la humildad para enfrentar cada encuentro. El equipo mostró un juego sólido y generó varias oportunidades, aunque sin traducirlas en goles con frecuencia. El técnico asistente reconoció el desafío que suponen los equipos de categorías inferiores, quienes suelen incrementar su nivel de juego ante rivales de mayor jerarquía. A pesar de la corta diferencia en el marcador, el Atlético dominó el partido y aseguró su avance en la competición con satisfactoria confianza en sus capacidades.
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