En el Hospital Gregorio Marañón, el Día del Libro se ha convertido en una celebración plena de calidez y humanidad, destinada a inundar de literatura cada pasillo y habitación. Los esfuerzos conjuntos de la Comisión de Humanización y la Subdirección de Gestión y Servicios Generales se han materializado en una serie de actividades diseñadas para involucrar a pacientes y personal en una experiencia literaria única.
La jornada comenzó con una sorpresa especial en las bandejas de comida; un marcapáginas diseñado por los adolescentes de Psiquiatría del hospital. Este pequeño detalle fue concebido para recordar a los pacientes que la literatura puede ser una compañera fiel en sus procesos de recuperación, ofreciendo consuelo y esperanza en los momentos de soledad.
La colaboración con las editoriales Espasa, Tusquets y Maeva permitió la distribución de libros a pacientes susceptibles de enfrentar enfermedades crónicas o estadías prolongadas. Las áreas de Hemodiálisis, Geriatría, Psiquiatría y Oncohematología fueron priorizadas para garantizar que los libros llegasen a las manos que más los necesitan. Los pequeños del hospital no fueron olvidados; en la planta de Pediatría se repartieron libros adaptados para niños, ofreciendo un mundo de aventuras y sueños más allá de las paredes del hospital.
En un emotivo homenaje, los jóvenes pacientes del hospital se unieron para rendir tributo a la célebre poetisa Gloria Fuertes. Desde sus camas, recitaron emocionantes versos que resonaron con la alegría y el ingenio propio de las creaciones de Fuertes, recordando a todos la belleza que se puede encontrar en las palabras.
Culminando una día lleno de emoción y cultura, el consolidado pianista Sergio Sújar ofreció un concierto en la entrada principal del edificio de Oncología. Con cada nota, brindó un momento de tranquilidad y reflexión para pacientes y familiares, envolviendo el ambiente en una dulce melodía que resonó como un testimonio del poder sanador de las artes.
La iniciativa del Hospital Gregorio Marañón no solo celebró el Día del Libro, sino que reafirmó la importancia de humanizar el entorno hospitalario a través de la cultura, recordando que la literatura y la música pueden ser tan esenciales para el alma como la medicina lo es para el cuerpo.