La reciente mesa redonda organizada en el Centro de Salud Algete se centró en visibilizar las realidades que enfrentan las personas con autismo y sus familias. La inauguración del evento estuvo a cargo de Susana Cruz Vázquez, higienista dental del Centro, quien subrayó la importancia de dedicar un día a la reflexión y concienciación sobre las vivencias y desafíos de este colectivo. El coloquio, coordinado por Laura Ruíz, pedagoga terapéutica del aula de Trastorno del Espectro Autista (TEA), reunió a familiares y expertos que compartieron sus experiencias y visiones.
Durante la jornada, se discutieron diversos temas críticos, incluyendo la situación actual de la reforma de la legislación civil y procesal en discapacidad, la transición de los adolescentes autistas hacia el mercado laboral, la invisibilidad del autismo en niñas, y el acceso a servicios de salud. Además, se destacó la importancia del papel societal en la reducción de estigmas asociados al autismo.
Entre los asistentes, se encontraban personalidades como Cristina Expósito de Frutos, primer teniente de alcalde, junto con representantes del Ayuntamiento. También participaron Sara de Benito, madre de un niño con autismo y abogada; Nayra Caballero del equipo de Atención Temprana; Olga Martín, madre de un menor autista; y Azucena Calvo, pediatra del Centro de Salud Algete.
La convocatoria logró llenar el aforo, con la presencia de educadores y familiares de personas con autismo, quienes aportaron sus puntos de vista y propuestas para mejorar la calidad de vida de estas personas. La interacción estuvo marcada por un intercambio rico de ideas que fomentó un ambiente de aprendizaje e integración.
Los asistentes coincidieron en la necesidad urgente de impulsar la sensibilización y la educación para avanzar hacia una sociedad más inclusiva y comprensiva. Esta iniciativa se enmarca dentro de las actividades del Centro de Salud Algete, que forma parte de la Dirección Asistencial Norte de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid. El evento dejó claro que, mediante el esfuerzo conjunto, es posible construir un entorno más amable y respetuoso para las personas con autismo y sus familias.