El espacio aéreo polaco ha sido nuevamente centro de tensiones luego de que, en menos de dos semanas, casi veinte drones rusos incursionaran en su territorio. Este incidente se suma a una serie de confrontaciones que han aumentado la ya tensa relación entre Rusia y los países de Europa del Este. Las autoridades polacas han expresado su preocupación y han reforzado las medidas de seguridad fronteriza, tratando de garantizar la integridad de su espacio aéreo ante posibles amenazas futuras.
La reiterada violación del espacio aéreo resalta las crecientes fricciones en la región, donde varios países han manifestado temor frente a acciones que consideran provocativas por parte de Rusia. En respuesta, Polonia ha solicitado apoyo de sus aliados en la OTAN, buscando una respuesta conjunta que disuada cualquier intención de violar su soberanía. Este nuevo capítulo en las tensiones territoriales refleja un panorama complejo y volátil, con implicaciones significativas para la seguridad europea.
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