El miembro de la familia Alba, conocido por su habilidad como jinete olímpico y dedicado agricultor, ha sido un personaje marcado por su carácter reservado, manteniéndose lejos de los focos de la prensa durante años. Su relación cercana con Cayetana lo convirtió en su «ojito derecho», pero a lo largo del tiempo él eligió mantener un perfil discreto, enfocándose en sus pasiones y responsabilidades familiares sin involucrarse en el ámbito mediático.
Recientemente, sin embargo, este descendiente de los Alba ha comenzado a destacar más públicamente, capturando la atención por su combinación de tradiciones ecuestres con modernas prácticas agrícolas. Este cambio de postura ante los medios ha generado interés, ya que su historia se suma al legado de una de las familias más representativas de la aristocracia española, mientras intentan equilibrar su histórica influencia con las demandas del presente.
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