El índice de mortalidad en las cárceles de Cataluña ha alcanzado las 16,8 muertes por cada 10.000 reclusos, un número significativamente más alto que la media nacional, que se sitúa en 7,3, y la media europea, en 7,1. Este alarmante dato ha generado preocupaciones sobre las condiciones de vida y la atención médica en los centros penitenciarios de la región. Las estadísticas revelan una crisis latente en el sistema penitenciario catalán, acentuando la necesidad de una intervención urgente para abordar las causas subyacentes de las muertes.
Expertos en derechos humanos y organizaciones no gubernamentales han exigido una investigación exhaustiva y reformas inmediatas en las políticas de salud y seguridad en las prisiones. Entre las posibles causas mencionadas se encuentran la sobrepoblación, la falta de personal médico adecuado y las condiciones insalubres de algunos recintos. La comparación con otros países europeos subraya la gravedad del problema y refuerza la urgencia de adoptar medidas concretas para reducir la mortalidad en los centros de reclusión catalanes.
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