En el barrio de Peñagrande, Madrid, se encuentra un restaurante con historia y tradición que se remonta a la posguerra española. Este establecimiento fue fundado por el padre de Jesús, quien logró financiar su sueño gastronómico tras ganar una quiniela de 36,000 pesetas. Desde sus inicios, el restaurante se ha mantenido como un referente en la zona, ofreciendo un ambiente acogedor y una propuesta culinaria que fusiona platos tradicionales con toques innovadores.
A lo largo de los años, el restaurante ha sido testigo de la transformación del barrio y ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias sin perder su esencia auténtica. La dedicación y pasión por la gastronomía han hecho posible que el legado familiar continúe, atrayendo a vecinos y visitantes que buscan disfrutar de una experiencia culinaria marcada por la historia y el buen gusto. Jesús, quien sigue los pasos de su padre, se asegura de que cada plato servido refleje la dedicación y el esfuerzo que han convertido a este rincón en un clásico de Peñagrande.
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