El icónico 221b de Baker Street, el célebre hogar del detective Sherlock Holmes, se ha visto envuelto en una serie de estafas vinculadas a devoluciones de productos adquiridos en línea. Esta dirección, famosa en todo el mundo y que alberga un museo dedicado al personaje, ha sido utilizada por comerciantes de origen chino e indio como un centro ficticio de devoluciones. Según reportes, vendedores en el extranjero ofrecen esta dirección para evitar los costos de envío en devoluciones, lo que les permite eludir la responsabilidad de reembolsar a sus clientes por productos defectuosos.
El aumento de paquetes destinados al museo ha generado confusión y frustración entre el personal, que ha tenido que adaptarse para gestionar el flujo de envíos no solicitados. Mohamed Ahmed, gerente de la tienda del museo, ha señalado que la situación se ha vuelto insostenible. A pesar de los intentos de solicitar apoyo a plataformas como Amazon y eBay y de pedir a Royal Mail que detenga las entregas no dirigidas, el problema persiste. Los testimonios de compradores, como el de un hombre que recibió un artículo roto y se dio cuenta de que la dirección era la de Sherlock Holmes, reflejan la extrañeza de una estafa que, irónicamente, parece alinearse con las tramas criminales que el famoso detective solía resolver.
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