Diversos comités de familiares de presos políticos, junto con asociaciones de migrantes y activistas, han levantado sus voces en demanda de la retirada de cierto contenido programático que consideran ofensivo y perjudicial para sus causas. Estos colectivos argumentan que la programación actual fomenta estereotipos dañinos y puede provocar un retroceso en sus esfuerzos por construir una sociedad más inclusiva y respetuosa con los derechos humanos. Además, resaltan la importancia de que los medios de comunicación asuman una responsabilidad social y ética en la selección y difusión de sus contenidos.
Los grupos involucrados en esta protesta se han organizado rápidamente para visibilizar su inconformidad, utilizando plataformas digitales y redes sociales para amplificar su mensaje y captar la atención del público y las autoridades pertinentes. Su objetivo es no solo lograr la retirada del programa en cuestión, sino también abrir un diálogo sobre la representación adecuada de sus comunidades en los medios. Hasta el momento, los responsables de la programación no han emitido un comunicado oficial, pero se espera que el creciente clamor social obligue a una pronta respuesta.
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