A partir del próximo lunes 2 de junio, Madrid se prepara para una reconfiguración vial significativa en el marco del proyecto Paseo Verde del Suroeste. El Ayuntamiento de Madrid ha comunicado que el tráfico de la A-5 será desviado a un bypass recién construido, una medida necesaria para proceder con la demolición del paso inferior y avanzar en el esperado soterramiento de la autovía.
Este nuevo desvío, que afecta al tramo que conecta con la carretera de Boadilla, implica la creación de una carretera provisional paralela, diseñada para minimizar el impacto vial durante la ejecución de las obras. Pese a los cambios, los conductores que circulan en sentido salida hacia Boadilla del Monte no verán alterada su ruta, ya que la salida actual permanecerá operativa.
La operación ha sido cuidadosamente planificada para evitar trastornos importantes. La nueva glorieta en la avenida de los Poblados, inaugurada el pasado marzo, facilita itinerarios alternativos a través del enlace de Los Yébenes y la avenida del Padre Piquer. Estas rutas ofrecen acceso ágil al barrio de Aluche, y permiten evadir las zonas afectadas por las obras mediante las calles de Allende, Villadiego y Meliloto.
El proyecto del Paseo Verde del Suroeste es una iniciativa de regeneración urbana ambiciosa que pretende revitalizar el área dividiendo actualmente los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas de Campamento y Casa de Campo. Una de las metas principales es reducir en un 90% el tráfico en superficie, que hasta ahora soporta un tránsito diario de 80.000 vehículos, y con ello disminuir significativamente las emisiones contaminantes.
La transformación también incluye un bulevar peatonal que unirá la avenida de Portugal con la avenida del Padre Piquer, fomentando el tránsito peatonal y ciclista. Mientras tanto, bajo tierra, un nuevo túnel contará con dos vanos y tres carriles por sentido, donde los carriles más cercanos a la mediana funcionarán como bus-VAO con señalización variable para gestionar eficazmente el flujo vehicular y las necesidades de transporte.
Este rediseño no solo moderniza la infraestructura, sino que busca devolver los espacios urbanos a los ciudadanos, reduciendo el impacto del tráfico pesado y promoviendo una ciudad más sostenible y accesible para todos sus residentes.