El carnaval ha llegado a Barajas con un abanico de actividades que prometen hacer las delicias de todos los asistentes. Este tradicional evento, esperado por muchos con entusiasmo, ha sido preparado con esmero por la junta municipal para asegurar que ningún detalle se pase por alto. Desde pasacalles y concursos de disfraces hasta espectáculos infantiles, la programación asegura diversión para todas las edades.
La festividad arrancó este jueves 27 de febrero con un animado pasacalles infantil acompañado de charanga que partió a las 9:45 horas del Colegio Calderón de la Barca. Los niños, llenos de energía y coloridos disfraces, desfilaron durante dos horas y media por las principales calles de la ciudad, llevando la alegría carnavalera por Aguetol, Alar del Rey, Alanís y más, hasta retornar a su punto de partida.
El viernes 28 de febrero, la cultura y la tradición folclórica tomaron la batuta con otro pasacalles, esta vez protagonizado por el Grupo Calderón de la Barca. Desde las 18 horas, el recorrido folclórico llenó de música y danza el casco histórico de Barajas, culminando en la plaza Mayor y dando paso al ansiado gran baile de carnaval en el Centro Deportivo Municipal Pabellón Villa de Madrid.
La noche del viernes culminó en un emocionante concurso de disfraces, con categorías individuales y grupales, donde los participantes compitieron por premios atractivos. Las reglas claras del evento aseguraron que la diversión prevaleciera en un ambiente respetuoso y ordenado, garantizando así que solo los disfraces más ingeniosos fueran galardonados.
El sábado, la programación continuó con un espectáculo especialmente diseñado para los más pequeños. A las 12:30 horas, el Centro Socio Cultural Villa de Barajas se transformó en un circo lleno de música y baile, donde las familias pudieron disfrutar juntas de una puesta en escena interactiva.
Pero la jornada del sábado no se detuvo ahí, ya que a las 18 horas, dos fiestas de carnaval simultáneas marcaron el punto culminante del programa. Con animación musical y el irresistible aroma de chocolates con churros, el Centro Municipal de Mayores Barrio Aeropuerto y la Plaza de Cristina Arce y Rocío Oña se convirtieron en centros de alegría y sabor para todos los asistentes.
Este año, la invitación es clara: ya no hay excusas para no lucir ese disfraz guardado en el armario o sorprender con una creación casera. Barajas se viste de fiesta y se consolida como el epicentro de un carnaval que, sin duda, dejará una huella imborrable en el recuerdo de sus participantes.
Notas sobre Barajas de Diario.Madrid.es