Andalucía implementará una reforma educativa que busca reducir, de manera estructural y progresiva, el número máximo de alumnos por aula. Esta iniciativa surge a partir de la preocupación por mejorar la calidad de la educación y ofrecer atención más personalizada a los estudiantes. Un aspecto clave de la reforma es la nueva normativa que estipula que los niños con necesidades educativas especiales serán contabilizados como dos, en lugar de uno, al determinar el tamaño de las clases. Esta medida se alinea con esfuerzos para proporcionar una educación inclusiva y garantizar que todos los estudiantes reciban el apoyo necesario para su desarrollo académico y personal.
La medida responde a una creciente demanda por parte de padres y educadores que han abogado por condiciones de enseñanza más favorables. Reducir la cantidad de alumnos en las aulas se considera esencial para que el profesorado pueda atender adecuadamente las diversas necesidades educativas de los estudiantes. La reforma, que se implementará de forma escalonada, busca no solo mejorar el rendimiento académico, sino también fomentar un entorno de aprendizaje equitativo donde se promueva la participación y el bienestar de todos los alumnos. Autoridades educativas andaluzas han afirmado que esta estrategia también contribuirá a elevar el prestigio del sistema educativo de la región.
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