El ex campeón mundial de ajedrez, Magnus Carlsen, ha encontrado en el freestyle una nueva forma de disfrutar y explorar el ajedrez en una etapa diferente de su carrera. Desde que dejó de defender su título mundial, Carlsen ha estado experimentando con distintas modalidades de juego que no solo desafían su ingenio, sino que también le brindan mayor libertad creativa. El freestyle, una de estas modalidades, permite a los jugadores utilizar cualquier recurso o ayuda tecnológica durante las partidas, creando así un entorno de juego más dinámico e impredecible. Carlsen ha mencionado en distintas ocasiones que este tipo de ajedrez le devuelve la emoción del descubrimiento y le permite reinventarse continuamente, algo que valora profundamente tras años en el circuito profesional.
La comunidad ajedrecística ha recibido con interés el entusiasmo de Carlsen por el freestyle, observando cómo el noruego logra innovar aún sin el peso de un título mundial sobre sus hombros. Su participación en torneos no convencionales marca una tendencia creciente hacia formas de juego que promueven la creatividad y la diversidad estratégica. A su vez, esto podría influir en las futuras generaciones de ajedrecistas, que ven en Carlsen un modelo de cómo evolucionar dentro del deporte sin perder el entusiasmo. Con las nuevas herramientas tecnológicas disponibles, el ajedrez sigue democratizándose, permitiendo que jugadores de todo el mundo experimenten con nuevas estrategias y estilos, tal como lo hace Carlsen en este momento de su carrera.
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