El monarca, cuya identidad no ha sido revelada, fue diagnosticado con un cáncer de tipo no especificado en febrero de 2024, un hecho que ha mantenido en secreto hasta ahora. A pesar de su situación de salud, el rey tenía programadas actividades oficiales, lo que incluía recibir a los embajadores de tres países esta misma tarde en una ceremonia tradicional, un acto que es parte fundamental de sus funciones diplomáticas. Este compromiso forma parte de sus esfuerzos por mantener la normalidad en su agenda oficial, a pesar de los desafíos personales que enfrenta debido a su enfermedad, la cual no ha precisado si ha afectado su capacidad para desempeñar sus deberes reales.
Además de las reuniones diplomáticas, el monarca planeaba asistir a cuatro eventos públicos en la ciudad de Birmingham el próximo viernes. Estas apariciones públicas son parte de su estrategia para asegurar a la nación y al mundo que su salud no interfiere con su capacidad para servir como su dirigente. Sin embargo, la noticia de su diagnóstico levanta interrogantes sobre el futuro de sus funciones, dado que el cáncer presenta desafíos significativos que pueden incidir en su calendario de actividades. La familia real ha mantenido discreción respecto al estado del monarca, y no han emitido comentarios sobre cómo este diagnóstico afectará su agenda a largo plazo.
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