En un vibrante encuentro, el número dos del mundo se encontró nuevamente en dificultades frente a Damir Dzumhur, quien ya había demostrado ser un oponente complicado en el pasado Roland Garros. El partido, disputado en un ambiente lleno de tensión y emoción, vio cómo Dzumhur lograba arrancar un set al favorito, mostrando un alto nivel de juego que puso en jaque la estrategia del segundo mejor tenista del ranking. La actuación del jugador bosnio recordó su anterior enfrentamiento en París, donde también había mostrado su capacidad para desafiar al talento establecido.
A pesar de la tenacidad de Dzumhur, el número dos del mundo logró finalmente imponerse, asegurando su pase a la siguiente ronda. La victoria no fue sencilla y dejó claro que los enfrentamientos futuros entre ambos jugadores podrían seguir siendo emocionantes para los aficionados. Este resultado subraya la creciente competitividad del circuito y la capacidad de los jugadores de menor ranking para desafiar a los grandes favoritos en momentos clave del torneo.
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