Un juez de California ha desestimado una demanda civil de agresión presentada por una exguardia de seguridad contra la rapera Cardi B, quien había sido acusada de agredir a la demandante en 2018. Emani Ellis, la exguardia, solicitaba una indemnización de 24 millones de dólares, alegando que un altercado, que ocurrió en la entrada de un consultorio médico en Beverly Hills, le dejó lesiones físicas y secuelas emocionales. Sin embargo, el fallo judicial concluyó que la demandante no pudo demostrar las alegaciones de agresión, negligencia o angustia emocional necesarias para responsabilizar a Cardi B.
La rapera, quien en ese momento estaba embarazada, se pronunció enérgicamente tras el veredicto, agradeciendo a sus abogados y lamentando la pérdida del primer día de clases de sus hijos debido al juicio. Cardi B afirmó continuamente su inocencia, insistiendo en que no había agredido a Ellis. La decisión del juez fue recibida con alivio por parte de la artista, quien describió la demanda como «frívola» y reafirmó que nunca tocó a la demandante.
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