Hace 75 años, en 1948, los municipios de Carabanchel Bajo y Carabanchel Alto se integraron en Madrid, configurando el actual y pujante distrito de Carabanchel. Este área ha sabido mantenerse en constante crecimiento sin olvidar sus raíces y tradiciones. Emblemáticos en su arquitectura son el puente de Toledo, la Colonia de la Prensa, las ermitas de San Isidro y Santa María la Antigua, la Finca de Vista Alegre y la Plaza de Toros “La Chata”.
Los orígenes de Carabanchel se remontan al Paleolítico, con importantes restos encontrados en el cerro de San Isidro. Durante los tiempos de Madrid árabe, las caravanas que partían de Magerit hacia Carabanchel explican una de las teorías sobre su denominación. Otro origen posible del nombre se relaciona con la palabra “garbanzal”, debido a que estas tierras cultivaban garbanzos que abastecían a la capital.
Carabanchel guarda tesoros históricos como la ermita de Nuestra Señora de la Antigua, donde San Isidro, patrón de Madrid, acudía a orar. Este templo, el monumento más antiguo de la capital junto al Templo de Debod, está edificado sobre restos visigodos y prerromanos. En su entorno también se encontraron restos romanos que hoy se exhiben en el Museo de los Orígenes.
El distrito experimentó significativos cambios administrativos hasta 1971, cediendo territorio para crear nuevos distritos como Latina y Usera. Actualmente, Carabanchel está delimitado por la M-30, la M-40, la A-42 y la vía Carpetana, comprendiendo siete barrios: Comillas, Opañel, San Isidro, Vista Alegre, Puerta Bonita, Buenavista y Abrantes.
En cuanto a población, Carabanchel ha crecido exponencialmente. De tener unos pocos vecinos hortelanos en el siglo XVI, en 2019 registró una población de 255,514 habitantes, gracias al desarrollismo de los años 60 y la inmigración reciente. Culturalmente, Carabanchel es un distrito vibrante. La ermita de San Isidro es el corazón de las festividades madrileñas en mayo, y el distrito ofrece festivales y espacios culturales como la biblioteca Ana María Matute y la Quinta de Vista Alegre, que fue restaurada recientemente.
El polígono industrial ISO se ha convertido en un hervidero cultural y artístico. Más de 130 artistas trabajan en unos 40 estudios y talleres, consolidando a Carabanchel como el Soho madrileño. Artistas de renombre como José Luis Serzo y Miki Leal han encontrado aquí su espacio, dinamizando continuamente la vida cultural del distrito.
El deporte también es una pieza fundamental en Carabanchel, que este año celebra la III edición de la Media Maratón y el Mes del Deporte. Históricamente, el distrito ha sido un centro de emprendimiento con fábricas de jabón, velas y ladrillos. Hoy alberga el mayor vivero de empresas de Madrid y un importante polígono empresarial.
Carabanchel tiene una estrecha relación con el cine, celebrando anualmente la Semana de Cine Español. El monumento «El buzón de las palabras» en Puerta Bonita, inspirado en «La Historia Interminable», es un ejemplo simbólico de esta conexión. La plaza de toros de Vista Alegre, conocida también como “La Chata”, fue escenario de la primera corrida televisada en 1947 y ha acogido figuras históricas como Antonio Gades y Camarón de la Isla.
Desde la arquitectura hasta el cine y la cultura, Carabanchel emerge como un distrito que encarna la esencia de Madrid, celebrando su 75º aniversario con una rica herencia y una mirada hacia el futuro vibrante y prometedor.
Fuente: Diario.Madrid.es
