El barrio, conocido por su vibrante escena cultural, está experimentando una revitalización gracias a proyectos innovadores como La Capa. Este proyecto busca integrar tradición y modernidad, creando un espacio donde los comedores castizos conviven con propuestas gastronómicas contemporáneas. Los vecinos y visitantes encuentran en el barrio una mezcla única que respeta sus raíces mientras acoge nuevas tendencias culinarias, fomentando un ambiente dinámico y diverso.
En este contexto, la transformación no solo revitaliza la oferta gastronómica, sino que también impulsa la economía local y atrae a un público más amplio. Este proceso de regeneración está contribuyendo a que el barrio se afiance como un punto de referencia cultural, donde la gastronomía actúa como catalizador de cambio y cohesión social. La Capa y proyectos similares están redefiniendo el paisaje urbano, consolidando al barrio como un ejemplo de integración exitosa entre lo tradicional y lo contemporáneo.
Leer noticia completa en El Mundo.