La Guardia Civil ha detenido en el puerto de Melilla a un hombre que intentaba embarcar hacia Almería con 33,800 kilogramos de hachís escondidos en un Peugeot 806. Un control vehicular inicial reveló anomalías, lo que llevó a una inspección más detallada con un perro detector de drogas. Se encontraron 59 paquetes de hachís escondidos en el suelo, los asientos y las puertas del automóvil. El arrestado, un residente legal en España, ha sido acusado de tráfico de drogas y puesto a disposición judicial. Esta operación ha impedido la distribución de unas 135.000 dosis de hachís en el mercado ilegal.
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