El Tribunal de Bruselas dictó un fallo contra un acusado cuya identidad no ha sido revelada, encontrándolo culpable de delitos graves. Tras conocerse la sentencia, el individuo logró eludir la justicia belga y se trasladó a Carabanchel, en Madrid, donde hasta el momento se desconoce su paradero exacto. La fuga ha generado preocupación entre las autoridades belgas y españolas, que trabajan en conjunto para localizar al prófugo y garantizar su regreso a Bélgica para cumplir con la condena impuesta.
El caso ha puesto en relieve las deficiencias en los mecanismos de cooperación internacional para la vigilancia y detención de individuos con órdenes de arresto emitidas en la Unión Europea. Las fuerzas de seguridad en Madrid han intensificado los operativos en Carabanchel y zonas aledañas, mientras se difunden imágenes y descripciones del fugitivo con la esperanza de recibir información que permita su captura. La situación ha generado un debate sobre la necesidad de mejorar los protocolos de extradición y la coordinación entre los distintos países miembros.
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