El Ayuntamiento de Madrid ha lanzado un ambicioso plan para la reducción de emisiones contaminantes en la ciudad, proyectando una disminución del 60% para 2035. Este esfuerzo, según la administración local, se centrará en fomentar el uso del transporte público y la movilidad sostenible, destacando la ampliación de la red de carriles bici y el aumento de la flota de autobuses eléctricos. Además, se implementarán zonas de bajas emisiones más estrictas en el centro de la ciudad, con el objetivo de mejorar la calidad del aire e impulsar una transición hacia un entorno urbano más saludable y respetuoso con el medio ambiente.
En paralelo, se han anunciado inversiones significativas en infraestructuras verdes, incluyendo parques y jardines, para aumentar las áreas de oxigenación y recreo. El alcalde ha subrayado que estas estrategias no solo abordan el cambio climático, sino que también están diseñadas para mejorar la calidad de vida de los madrileños, promoviendo un estilo de vida más sostenible. Se espera que estas medidas generen un impacto positivo en la salud pública y la economía local, impulsando el turismo y atrayendo nuevas inversiones hacia la capital española.
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