Un apagón masivo interrumpió el transporte ferroviario en España a partir del mediodía, dejando varados a cientos de viajeros en distintos puntos del país. Hasta 116 trenes se detuvieron, afectando especialmente las líneas Madrid-Sevilla y Madrid-Barcelona. El ministro de Transportes, Óscar Puente, aseguró que la prioridad era rescatar a las personas atrapadas, aunque a las 18:30 todavía quedaban 26 trenes detenidos. Mientras tanto, el tráfico de cercanías sigue paralizado, agravando la situación en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia. Las fuerzas de seguridad se desplegaron en intercambiadores de autobuses debido al incremento de pasajeros, y el caos se extendió a las carreteras con atascos significativos.
El apagón también afectó a otros servicios críticos, dejando sin señal mobile y generando retrasos en aeropuertos como el de Madrid-Barajas, donde el suministro eléctrico fue reestablecido mediante generadores de emergencia. Aunque no hubo cancelaciones aéreas masivas, sí se registraron retrasos, con una reducción del 20% en la capacidad de vuelo. Las redes de metro en Madrid y Barcelona permanecen sin servicio, complicando aún más la movilidad urbana. En el ámbito marítimo, el Puerto de Barcelona ha mantenido operativos sus servicios esenciales gracias a un plan de contingencia. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, indicó que se espera la reanudación progresiva del servicio ferroviario una vez que la electricidad sea restablecida completamente.
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