La tradicional fiesta de San Fermín ha comenzado con su habitual energía y colorido en Pamplona. Miles de personas se congregaron en las calles para presenciar el primer encierro del año, que transcurrió sin incidentes graves. Las festividades, que incluyen una combinación única de tradición, emoción y peligro, atraen tanto a locales como a turistas de todo el mundo, convirtiendo a la ciudad en un hervidero de actividad. Este año, las autoridades han intensificado las medidas de seguridad para garantizar el bienestar de los asistentes, sin restar protagonismo a la adrenalina característica de los encierros.
El evento, que se remonta a varios siglos, es un reflejo del profundo arraigo de las corridas de toros en la cultura española. A pesar de las críticas de quienes abogan por la protección animal, San Fermín mantiene su popularidad, atrayendo a corredores veteranos y novatos por igual. Las actividades paralelas, que incluyen música, gastronomía y espectáculos, complementan la experiencia, ofreciendo a los visitantes una inmersión total en las costumbres locales. Este comienzo lleno de entusiasmo marca la pauta para una semana repleta de eventos que prometen dejar una huella indeleble en la memoria de todos los asistentes.
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