La intervención de los agentes de tráfico fue crucial para resolver una situación crítica que involucraba a un autobús con niños autistas detenido durante más de cuatro horas. El vehículo se encontraba inmovilizado en una carretera, generando preocupación y ansiedad tanto en los menores como en los adultos responsables. Ante esta situación, los policías tomaron medidas inmediatas para liberar la vía, regular el tráfico y garantizar la seguridad de todos los implicados. Su prioridad era asegurar que el autobús pudiera continuar su trayecto con la máxima seguridad y el menor impacto psicológico para los niños.
Además, la labor de los agentes incluyó escoltar el autobús durante el resto del recorrido para prevenir cualquier inconveniente adicional y asegurar que los niños llegaran a su destino sin contratiempos. Esta acción subrayó la importancia de una respuesta rápida y eficiente en situaciones de emergencia que involucran a personas vulnerables. El compromiso demostrado por los agentes no solo resolvió un problema inmediato de tráfico, sino que también proporcionó una atención adecuada a las necesidades especiales de los menores, destacando su profesionalismo y sensibilidad ante circunstancias delicadas.
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