El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Castilla y León atraviesa un momento de turbulencia política mientras Pedro Sánchez busca un cambio de liderazgo. El actual alcalde de Soria, Carlos Martínez, se perfila como el candidato favorito del presidente del Gobierno para asumir el mando del PSOE en la comunidad, en reemplazo de Luis Tudanca, sobre quien Sánchez ha expresado su intención de apartarlo. Este proceso de renovación busca instalar una nueva figura al frente de la agrupación autonómica del partido, y Martínez, quien ha sido alcalde de su ciudad desde 2007, es el nombre que suena con fuerza. Sin embargo, el potencial sucesor de Tudanca enfrenta obstáculos legales, ya que se encuentra bajo investigación judicial por un incidente ocurrido en agosto durante las fiestas patronales de Tardelcuende. El incidente, calificado como «vergonzoso» por la oposición, involucró a Martínez paseándose en un vehículo que simulaba un papamóvil mientras realizaba un acto satírico, lo que ha resultado en que la Fundación Española de Abogados Cristianos lo denunciara por presunto escarnio religioso.
El polémico episodio ha puesto en el punto de mira el compromiso de Carlos Martínez con sus responsabilidades como alcalde, dado que ocurrió en un día laboral y fue calificado de inapropiado por los adversarios políticos del PSOE en la región, especialmente por el Partido Popular y Vox. El juez que lleva el caso ha iniciado diligencias contra el alcalde por un posible delito de escarnio a los sentimientos religiosos, el cual podría acarrear una multa según el Código Penal español. Mientras el proceso judicial avanza, desde la dirección nacional del PSOE han pospuesto las primarias programadas por Tudanca, en una clara maniobra para realinear el liderazgo del partido en Castilla y León. A pesar de la controversia, la cúpula socialista considera a Martínez una figura clave para revitalizar la estructura del partido en la comunidad, resaltando su larga experiencia como alcalde.
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