En medio de la creciente preocupación por el estrés hídrico que afecta a la región limeña, un reconocimiento ha puesto de relieve los significativos esfuerzos para producir agua de forma eficiente y sostenible. En un mundo donde el acceso al agua se convierte en un desafío cada vez más apremiante, la colaboración entre Madrid y Lima emerge como un ejemplo de transferencia exitosa de conocimiento y tecnología.
Expertos del Canal de Isabel II han colaborado estrechamente con el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal), aportando más de dos décadas de experiencia en la gestión de recursos hídricos. Los técnicos peruanos han tenido la oportunidad de visitar depuradoras icónicas en Madrid, como la de Arroyo Culebro Cuenca Media Alta, un referente mundial en el sector. Esta colaboración ha sido fundamental para adoptar prácticas avanzadas en el manejo y reciclaje del agua, especialmente en usos como riego, baldeo e industrias, cuestión de vital importancia para aliviar el estrés hídrico en la región.
La innovación no se ha detenido allí. La Comunidad de Madrid ha implementado en Lima y Callao el sistema Vigía, una herramienta tecnológica avanzada para la monitorización y alerta temprana del coronavirus en aguas residuales. Esta tecnología, que demostró ser crucial durante la pandemia de COVID-19, ahora juega un papel vital en la prevención de brotes en áreas densamente pobladas, con más de nueve millones de habitantes combinados. Especialistas del Canal han trabajado conjuntamente con profesionales de Sedapal para aplicar una metodología precisa de toma y análisis de muestras a través de más de cien puntos en la red de saneamiento, asegurando así una vigilancia eficaz.
La adición de software especializado para visualizar y analizar datos ha reforzado las capacidades técnicas de Lima y Callao en la gestión de sus recursos hídricos, garantizando no solo su disponibilidad sino también su calidad.
Por otro lado, en el ámbito de la infraestructura, el Colegio de Caminos, Canales y Puertos de Madrid ha otorgado una mención especial a Canal de Isabel II por su destacada actuación en la rehabilitación de la presa del embalse de El Vado, en Guadalajara. Esta obra ha sido reconocida por maximizar el potencial del embalse mediante el uso de materiales de bajo impacto ambiental y gran durabilidad. La intervención incluyó la colocación de un material alternativo que no afecta la calidad del agua y la inyección de cemento en el cuerpo de la presa, mejorando así su impermeabilización y reduciendo filtraciones significativamente.
Estos esfuerzos no solo destacan por su eficacia, sino también por su innovación y sostenibilidad, estableciendo un modelo a seguir para futuras iniciativas de infraestructura hídrica. La conjunción de tecnología de vanguardia y prácticas respetuosas con el medio ambiente subraya la importancia de una gestión integrada y colaborativa de los recursos naturales, un paso esencial para enfrentar los desafíos del cambio climático y garantizar el bienestar de las futuras generaciones.