El exfutbolista alemán Philipp Lahm, quien fue director de la Eurocopa 2024, ha manifestado una crítica intensa y creciente hacia la elección de Arabia Saudí como sede del Mundial 2034. Lahm ha subrayado la importancia de celebrar grandes eventos deportivos en países democráticos, criticando el proceso de selección de la FIFA que permitió la adjudicación conjunta de los mundiales de 2030 y 2034 mediante una sola votación. Esta metodología, según Lahm, está viciada, ya que no permite elecciones diferenciadas para cada torneo y cuestiona la transparencia y legitimidad del proceso. Las críticas de Lahm también abarcan principios fundamentales de gobernanza deportiva y valores democráticos, argumentando que las decisiones deberían ser tomadas de manera democrática, algo que percibe ausente en el caso saudí.
El debate se ha intensificado tras la retirada de Australia, dejando a Arabia Saudí como el único candidato viable, facilitado por regulaciones de la FIFA que han limitado las posibilidades de otros anfitriones. Esta situación ha sido también favorecida por la normativa que prohíbe a países de una misma confederación aspirar a ser sede si alguno de sus miembros lo ha sido en los dos mundiales previos. A pesar de los complejos desafíos técnicos y financieros que llevaron a Australia a retirarse, la candidatura de Arabia Saudí parece definida, generando un intenso debate sobre la pérdida de credibilidad en el fútbol. Lahm advierte que los aficionados perciben que el deporte gira principalmente en torno al dinero, lo que dañaría la credibilidad y los valores que deberían guiar la toma de decisiones en eventos de esta magnitud.
Leer noticia completa en OK Diario.