En un esfuerzo por combatir la adicción tecnológica entre los jóvenes, 51 menores, de entre 12 y 16 años, participan en un innovador campamento donde la desconexión digital es la clave. Este programa, coordinado por monitores capacitados por el Servicio Público Regional de Atención en Adicciones Tecnológicas (SAAT), busca ofrecer alternativas saludables a la creciente dependencia de dispositivos electrónicos.
Durante una reciente visita, la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, junto con el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, destacaron la importancia del proyecto. «Queremos que los jóvenes sean libres de la influencia de las redes sociales y videojuegos, entendiendo que un uso excesivo puede alejarlos de sus seres queridos y afectar su rendimiento académico», afirmó Dávila.
Novillo, por su parte, resaltó el papel del entorno natural en la recuperación de estos jóvenes. Situado en un entorno privilegiado, el campamento ofrece la oportunidad de aprender sobre plantas autóctonas y la importancia de los productos de kilómetro cero. «Buscamos promover una desconexión digital completa, aprovechando nuevos conocimientos y disfrutando de actividades al aire libre y talleres creativos impartidos por expertos del IMIDRA», explicó.
El campamento, que se lleva a cabo del 6 al 15 de julio, prohíbe estrictamente el uso de dispositivos tecnológicos. En su lugar, los jóvenes disfrutan de instalaciones en plena naturaleza, que incluyen habitaciones comunitarias, un comedor, un polideportivo y una piscina. Las actividades varían desde talleres de plantas aromáticas y danza hasta juegos acuáticos y salidas al parque de atracciones.
El programa, llamado «Modo Avión», se complementa con talleres del SAAT que abordan temas cruciales como la identidad digital, el uso responsable de las redes sociales y la privacidad en internet.
Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo mayor por parte de la Dirección General de Juventud, que este año ha organizado 37 campamentos de verano, cinco más que el año anterior, incluyendo actividades diversas como náutica, circo, y voluntariado. En total, se han habilitado 1,135 plazas para jóvenes madrileños, aumentando así las oportunidades de participación y saludable desarrollo para la juventud.