Durante una ceremonia celebrada en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más alto del país, a un grupo diverso de individuos destacados, incluidos políticos, filántropos e íconos culturales. Entre los galardonados se encuentran figuras como José Andrés, Hillary Clinton, George Soros y Bono. En su discurso, Biden resaltó la diversidad de los premiados, destacando sus diferentes orígenes, creencias y talentos, y cómo han usado sus habilidades para fortalecer la unidad y la justicia en la nación. La notable ausencia del evento fue la del futbolista argentino Leo Messi, quien, debido a problemas de agenda, no asistió a recoger su medalla, sin enviar tampoco un representante para recibir la distinción.
El chef español José Andrés ha sido un actor cercano al entorno político estadounidense, habiendo colaborado previamente con los Obama en iniciativas nutricionales y eventos de la Casa Blanca. Hillary Clinton, exsecretaria de Estado, sigue siendo una figura central del Partido Demócrata, aunque su legado está marcado por su crítica a los votantes republicanos durante las elecciones de 2016. George Soros, conocido por su apoyo a diversas causas progresistas y donaciones significativas a campañas demócratas, ha sido influente en promover políticas de justicia social a través de sus contribuciones y apoyo a fiscales de distrito de orientación izquierdista. Este reconocimiento se enmarca en un contexto donde el impacto de estas figuras en el ámbito político y social continúa generando debate.
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