En medio de la creciente tensión comercial internacional provocada por las acciones de la administración de Donald Trump, Gavin Newsom, gobernador de California, ha solicitado un trato preferencial para su estado, subrayando la importancia de sus vínculos económicos con el extranjero. Newsom ha enfatizado que California, siendo la quinta economía más grande del mundo con un PIB de 3,9 billones de dólares, es un motor crucial para la economía estadounidense. Con una industria agrícola sin parangón y cerca de 36.000 fábricas, el estado se destaca por su capacidad de producción que incluye desde productos aeronáuticos y militares hasta avanzados vehículos eléctricos y dispositivos tecnológicos. Newsom ha descrito los aranceles implementados por Trump como “un impuesto a todos los estadounidenses”, mientras mantiene un tono más moderado dadas las circunstancias, que incluyen la recuperación de recursos federales para la reconstrucción tras los incendios y sus posibles aspiraciones presidenciales en 2028.
La situación se complica con la promesa de Pekín de imponer aranceles del 34% a productos estadounidenses, un movimiento que afecta directamente a California, considerado la puerta de entrada de EE.UU. a Asia. Los puertos de Los Ángeles, Long Beach y Oakland, fundamentales para el comercio marítimo, podrían experimentar severas perturbaciones. Con el 40% de las importaciones californianas provenientes de México, Canadá y China, las tensiones comerciales amenazan con desestabilizar la economía local, impactando potencialmente a unos 60.000 negocios. Aunque Washington ha limitado aranceles hacia México y Canadá, Canadá ha respondido con tarifas del 25%. En este ambiente volátil, Newsom ha hecho un llamado a sus socios comerciales para buscar estabilidad y cooperación, reiterando que las políticas de aranceles de Trump no reflejan la visión de todos los estadounidenses, y especialmente la de los 40 millones de californianos que buscan relaciones comerciales sólidas y estables.
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