California ha dado un paso audaz al aprobar nuevas leyes que permiten modificar sus mapas electorales, en respuesta a acciones similares tomadas recientemente por Texas. La iniciativa, respaldada con facilidad por la mayoría demócrata en el Congreso local, busca adoptar una enmienda constitucional para redelinear los distritos electorales y así favorecer al partido azul. Esto se produce apenas un día después de que el bastión republicano de Texas ajustara sus límites para mejorar su representación en el Congreso de Estados Unidos. La medida californiana es parte de un plan estratégico más amplio que se someterá a referendo popular el 4 de noviembre, momento en que los ciudadanos tendrán la oportunidad de validar los nuevos mapas en una votación especial.
El gobernador Gavin Newsom, al firmar estas leyes, destacó que esta es la primera vez en la historia que un estado somete sus mapas a votación popular. Sin embargo, la maniobra ha sido criticada por los republicanos, que ven en ella una reacción precipitada a las acciones de Texas. El congresista Mike Gallagher, líder de la minoría republicana, cuestionó si responder con la misma moneda es lo adecuado. A pesar de las críticas, la estrategia de Newsom ha ganado apoyo entre los demócratas, reflejado en un incremento significativo de donaciones. Mientras tanto, otros estados republicanos, como Florida y Ohio, están considerando acciones similares, lo que podría afectar aún más el equilibrio de poder en el Congreso.
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