Álvaro Pombo, reconocido autor santanderino, recibió el prestigioso Premio Cervantes en una ceremonia celebrada en Alcalá de Henares, a la que asistieron los reyes Felipe y Letizia. A pesar de su frágil estado de salud a sus 85 años, Pombo no quiso perderse la celebración y llegó en silla de ruedas, luciendo un chaqué oscuro y una corbata negra, como señal de luto por el reciente fallecimiento del Papa Francisco. Sin embargo, lo que realmente destacó en su atuendo fue su característico gorro de lana, un accesorio que ha llevado durante años y que, según confesó, le gusta utilizar en cualquier ocasión. Aunque no pudo leer su discurso – tarea realizada por el historiador Mario Crespo – Pombo se mostró agradecido y comentó con humor que se siente mejor de pie que acostado.
La ceremonia fue marcada por el buen humor habitual de Pombo, quien bromeó con el escritor Luis Antonio de Villena con un jocoso «Genio y figura». En el discurso del rey Felipe, el monarca destacó tanto la bondad como el sentido de la verdad del galardonado, en tiempos donde la literatura parece dar más espacio a la maldad. Pese a su delicada salud, Pombo participó en el cóctel posterior a la ceremonia, asegurando que no ha perdido el apetito. Además, el célebre escritor anunció con entusiasmo que está trabajando en un nuevo libro centrado en la liquidación del colonialismo español, demostrando así su inquebrantable espíritu creativo y su interés por temas históricos y sociales actuales.
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