El relato de un coreano que decide enfrentarse a la «segunda temporada» de su vida refleja un viaje de autodescubrimiento y transformación en medio de un paisaje de contradicciones y desafíos. Habiendo dejado atrás una primera temporada de su vida marcada por el desarraigo en Madrid y el desapego de sus amados libros y recuerdos, este individuo se prepara para comenzar de nuevo. Con sus posesiones más preciadas reducidas a una maleta cargada de experiencias e íntimos tesoros emocionales, él se dirige a un futuro incierto. Es millonario no sólo en términos materiales, sino en las lecciones aprendidas, y decide no optar por una vida retirada y tranquila en Silao, sino confrontar viejos demonios y nuevos adversarios simbólicamente representados en una segunda entrega de su historia personal, toma valor sobre los escenarios de opresión presentes en su entorno, con un enfoque renovado y una visión clara de venganza.
La nueva fase de su vida despliega una narrativa que se entrelaza con alusiones al fenómeno cultural del «Juego del Calamar», producto de Netflix que critica tanto los sistemas de opresión como la lucha por la supervivencia. En esta segunda temporada, el protagonista se encuentra confrontando a los VIPs, figuras de poder económico y social, en un entorno que es reflejo de las desigualdades en lugares como Vallecas o Iztapalapa. La trama personal de este coreano abarca no solo un plano metafórico donde pretende desmantelar las estructuras de explotación económica y social, sino también una búsqueda hacia la redención emocional. Se trata de una batalla contra las viejas adicciones y la corrupción inherente del sistema, con el telón de fondo de realidades locales y globales; desde la administración de Trump hasta las trampantojos de la economía mundial como Bitcoin. La meta es clara: salir victorioso no en riqueza material, sino en ánimo y virtudes, todo mientras se desenmascara la realidad que oprime a los menos afortunados en un vibrante lienzo de resistencia personal y social.
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