La Caja de Ahorros de Panamá ha implementado un innovador plan para hacer frente a la alarmante tasa de morosidad del 94% que afecta al Banco Hipotecario Nacional (BHN), un problema que compromete una cartera de más de 250 millones de dólares y pone en riesgo la estabilidad financiera del banco.
Bajo el liderazgo de Andrés Farrugia, gerente general de la Caja de Ahorros, se ha diseñado una estrategia que evita la absorción de la carga morosa del BHN. En lugar de integrar estos activos a su contabilidad, se creará un fideicomiso para gestionar estos fondos de manera independiente, mitigando así el riesgo financiero para la institución.
Una de las medidas clave en este plan es la reducción del tamaño del BHN, que actualmente emplea a unos 450 trabajadores, una cifra que se ha vuelto insostenible en el actual panorama financiero. Se planea un esquema de retiro voluntario, especialmente para aquellos empleados con mayor antigüedad o próximos a jubilarse, como parte del plan de reestructuración.
A pesar de estos cambios, la Caja de Ahorros sigue comprometida con su política de vivienda social. Hasta la fecha, ha aprobado más de 4,000 hipotecas por un valor total de 305 millones de dólares y tiene como objetivo mantener operaciones anuales entre 5,500 y 6,000, asegurando acceso a viviendas dignas para miles de familias.
El proceso de reorganización ha traído consigo la ampliación del equipo de la Caja de Ahorros, que ahora cuenta con cerca de 2,400 empleados, un incremento de 800 puestos desde 2021. Sin embargo, alrededor de 150 empleados fueron desvinculados en el último año y dos meses como parte de la restructuración.
Con esta serie de iniciativas, el equipo de Farrugia busca no sólo restaurar la estabilidad del BHN, sino también fortalecer la posición de la Caja de Ahorros como un pilar en la inclusión financiera y garantizando el derecho a la vivienda para los ciudadanos de Panamá.