Los exportadores españoles enfrentan un panorama complicado, en gran parte debido a factores geopolíticos y cambios en el mercado global. La Asociación de Empresas Industriales Internacionalizadas (AMEC) ha revelado que el número de empresas exportadoras en España ha disminuido un 44% en los últimos cuatro años, pasando de 235.206 a 132.412. Esta cifra refleja un descenso en la «base exportadora», lo que preocupa a varios expertos, quienes resaltan que, aunque los exportadores regulares han aumentado su volumen de ventas, la baja en nuevos exportadores puede limitar el crecimiento futuro. Asimismo, el Índice de Solidez de la Internacionalización ha aumentado un 12,57%, indicando una capacidad de adaptación de las empresas ante un comercio mundial en recuperación.
A pesar de la caída del número de exportadores, algunos analistas, como Tomás Gómez de la UNIE Universidad, se muestran optimistas sobre la capacidad de las empresas españolas para diversificarse y aumentar su productividad. Sin embargo, advierten sobre nubarrones en el horizonte, como las amenazas arancelarias y la inestabilidad geopolítica. María Ángeles Ruiz-Ezpeleta, experta en internacionalización, sostiene que las pymes deben planificar estrategias sólidas para la exportación y no olvidar este aspecto crucial durante épocas de bonanza en el mercado interior. La falta de apoyo y la percepción de que la exportación no es rentable en sus primeras etapas puede desincentivar a las pequeñas y medianas empresas en su búsqueda de nuevos mercados.
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