El escenario migratorio en España ha cambiado drásticamente tras la implementación de un nuevo reglamento de extranjería. Durante años, el asilo fue una vía crucial para que miles de inmigrantes, principalmente de Colombia y Perú, regularizaran su situación en España. Sin embargo, el nuevo reglamento ha introducido medidas que dificultan este proceso, reduciendo significativamente el número de solicitudes. En 2025, las peticiones de asilo han caído un 13% respecto al año anterior, siendo especialmente notable el descenso del 60% en solicitudes de colombianos y peruanos. Esta tendencia no solo causa preocupación por el incremento de la clandestinidad, sino también por su impacto en el sistema de asilo, ya al borde del colapso.
A nivel europeo, el panorama es distinto. Aunque también se ha registrado una disminución en las solicitudes, el motivo es principalmente el regreso de los ciudadanos sirios tras la caída del régimen de Bachar el Asad. Pese a estas reducciones, España sigue siendo uno de los principales destinos de asilo, precisamente debido al incremento de solicitudes de venezolanos, que han visto en España un refugio frente a las políticas restrictivas del gobierno de Donald Trump en EE. UU. Mientras el resto de la UE experimenta una bajada en las peticiones, España se enfrenta al reto de adaptarse a esta nueva dinámica migratoria, sin dejar de lado el desafío de integrar eficientemente a aquellos que buscan protección internacional.
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